jueves, 1 de febrero de 2018

Los osos polares no encuentran suficientes focas para saciarse


AFP1 de febrero de 2018
Dos osos polares en el zoo de Berlín el 8 de enero de 2010



Los osos polares no encuentran suficientes focas para saciarse, un problema que irá en aumento con el cambio climático, según un estudio publicado el jueves en la revista Science sobre el metabolismo de estos animales.

"Hemos encontrado que los osos polares tienen mucha más demanda energética. Necesitan cazar muchas más focas", explica Anthony Pagano, biólogo de la Universidad de Santa Cruz en California y autor principal de la investigación.

Los investigadores siguieron a nueve hembras en el mar de Beaufort, en el Océano Ártico, haciéndoles análisis de sangre periódicos y comparando su orina, y hallaron que su metabolismo era 1,6 veces más alto que en estimaciones previas.

El estudio se llevó a cabo "al principio del periodo entre abril y julio, cuando los osos polares cazan más activamente y almacenan la grasa que necesitan para subsistir todo el año", cuenta Pagano.

En un intervalo de entre ocho y 11 días, "cuatro osas perdieron 10% o más de masa corporal" y "una osa no solo perdió sus reservas de grasa, sino también su musculatura" porque no lograron las suficientes presas para satisfacer su demanda energética.

Las hipótesis precedentes sobre el metabolismo de los osos polares estaban apoyadas en varias presuposiciones falsas.

Los científicos daban por hecho que su gasto energético era mínimo porque su técnica de caza se basa principalmente en "sentarse y esperar".

También estaban convencidos de que estos mamíferos podían ralentizar su metabolismo si no atrapaban suficientes focas.

El Ártico se está calentando el doble de rápido que el resto del planeta y el deshielo de los glaciares obliga a los osos a recorrer distancias más largas para encontrar focas, su comida favorita.

"El hielo en el Ártico disminuye un 14% cada década, lo que está reduciendo el acceso de los osos polares a sus presas", subraya el estudio.

La población de osos polares ha caído cerca del 40% en la última década, según el Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS).

Pero "ahora tenemos la tecnología para estudiar cómo se desplazan sobre el hielo, sus actividades y sus necesidades energéticas, por lo que podemos entender mejor las implicaciones de estos cambios que observamos sobre el hielo", sostiene Pagano.

martes, 30 de enero de 2018

Oncólogos preocupados por las pseudociencias

Oncólogos, preocupados por aumento de enfermos que acude a las pseudociencias


Agencia EFE29 de enero de 2018
La presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Ruth Vera. EFE/Archivo
Madrid, 29 ene (EFE).- La presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Ruth Vera, ha alertado hoy de la cantidad de pacientes con cáncer que abandonan los tratamientos médicos para acudir a las llamadas "pseudociencias", un problema que, según ha asegurado "va en aumento".

Durante la presentación del informe: "Las cifras del cáncer en España 2018", Vera se ha referido a la reciente polémica sobre la celebración de un congreso de pseudociencias en Barcelona que cuestionaba la información y la labor de los oncólogos con el título "Un mundo sin cáncer. Lo que tu médico no te está contando".

"Desde la SEOM estamos absolutamente en contra de todo lo que llamamos pseudociencias mal utilizadas", ha declarado Vera, que lo ha calificado de "problema real que va en aumento".

En este sentido, ha señalado que ellos mismos tienen pacientes que están dejando de lado los tratamientos recomendados con evidencia científica como la cirugía, los tratamientos de quimioterapia, seguimientos médicos, o los tratamientos de radioterapia.

Fibrosis pulmonar curada en ratones

Curan la fibrosis pulmonar en ratones rejuveneciendo los tejidos afectados

Agencia EFE 30 de enero de 2018



Fotografía cedida por el CNIO de los ratones utilizados en una de las investigaciones. EFE/Archivo





Madrid, 30 ene (EFE).- Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han curado la fibrosis pulmonar idiopática en ratones, rejuveneciendo los tejidos afectados con una terapia génica que alarga los telómeros (situados en los extremos de los cromosomas y encargados de proteger su integridad).

Tras el infarto de miocardio y la anemia aplásica, la fibrosis pulmonar es la tercera enfermedad asociada a la edad que los científicos del CNIO logran frenar su progresión o curar en ratones con esta misma técnica.

El trabajo, publicado en eLife, confirma que las enfermedades asociadas a la edad pueden tratarse atacando los procesos celulares del envejecimiento, en concreto el acortamiento de los telómeros.

Los telómeros son estructuras de proteínas que actúan a modo de capuchón protector, situados en los extremos de los cromosomas y encargados de proteger la integridad del cromosoma en cada división celular.

Y es que, cada vez que una célula del cuerpo se divide, copia el material genético (el ADN) de los cromosomas, pero en cada división, los telómeros se van acortando hasta que llega un punto en que son tan cortos que se vuelven tóxicos para la célula, que deja de replicarse y es eliminada por el organismo.

Ese daño celular se va acumulando con el tiempo (envejecimiento) y, al final, aparecen las enfermedades.

Cuando los telómeros son más largos de lo normal -cosa que logró por primera vez en 2012 el grupo de María A. Blasco del CNIO con una enzima llamada telomerasa, que es capaz de realargar los telomeros- tienen el efecto contrario: protegen contra el envejecimiento y las enfermedades asociadas a él.

"En aquel momento vimos que la activación de telomerasa mediante terapia génica alargaba la vida de los ratones y a partir de ahí empezamos a probar sus efectos en enfermedades asociadas al envejecimiento, para ver si el mismo tratamiento que podía retrasar el envejecimiento también tenía efectos terapéuticos en patologías asociadas a telómeros cortos, como el infarto, la anemia o la fibrosis", declara a Efe Blasco, autora principal del trabajo.

La fibrosis pulmonar, que afecta a unas 8.000 personas en España, hace que el tejido del pulmón desarrolle cicatrices que causan la pérdida progresiva de la capacidad respiratoria.

Su origen puede ser hereditario (mutaciones en telomerasa) o ser la consecuencia de la exposición a tóxicos ambientales que dañan a las células del pulmón, pero todos los enfermos de fibrosis tienen "telómeros más cortos de lo normal", afirma Blasco, también directora del CNIO.

Hace dos años, el Grupo de Telómeros y Telomerasa del CNIO, liderado por la investigadora, creó ratones que en los que el daño ambiental se suma al producido por los telómeros cortos, lo mismo que seguramente ocurre en los humanos con el envejecimiento.

Con la ayuda de la experta en terapia génica Fàtima Bosch, de la Universidad Autónoma de Barcelona, ensayaron un tratamiento para activar la telomerasa, la enzima que repara los telómeros.

"Para ello utilizamos unos virus adenoasociados fabricados por el grupo de Bosch y que llamamos 'taxis genéticos'. Cuando se inoculan, estos virus 'infectan' a la célula y reintroducen el gen de la telomerasa que se activa, alarga los telómeros cortos y previene la progresión de la fibrosis pulmonar", explica Blasco.

El estudio demuestra que al activar la enzima telomerasa en los ratones se alargaron los telómeros en el tejido pulmonar. Solo tres semanas después del tratamiento, los animales enfermos "mostraron una función pulmonar mejorada y menos inflamación y fibrosis" -escriben los autores en eLife-; dos meses después del tratamiento la fibrosis había "mejorado o desaparecido".

La investigación para trasladar esta terapia a la práctica clínica en humanos ya está en marcha: "Estamos generando los vectores (taxis) terapéuticos humanos para llevar el gen humano de la telomerasa a los pacientes", asegura la directora del CNIO.

"Ahora mismo el proyecto en el que estamos más avanzados es en el infarto de miocardio, en el que junto a Fàtima Bosch y Francisco Fernández-Avilés (jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid), estamos ensayando ya modelos cercanos al humano".

"Queda mucho por hacer pero seguimos todos los pasos necesarios para hacer ensayos clínicos con humanos", concluye Blasco.